Cuando piensas en meditar, es probable que pienses en yoga o algo parecido. Te explicamos un poco más a fondo.

La meditación es una ruta para llegar a un estado de éxtasis emocional, pues te ayuda a recargar energías y a combatir la ansiedad, la tristeza, el insomnio y el dolor.

Por esas y muchas razones más, es importante que hagas un hábito meditar y qué mejor que tener un pequeño espacio dónde puedas hacerlo. Puedes usar cualquier estilo decorativo que te guste, y aquí te damos algunas ideas..

Recuerda que para llevar el “om” a tu casa es necesario que siempre te desconectes de la rutina. Sigue estos pasos para poder tener un espacio de meditación en casa.

#1 ¡Habilita algún rincón de tu hogar para meditar!

Los elementos naturales son muy importantes cuando quieres dar una sensación de frescura y un espacio de meditación lo necesita, ya que muchas veces la meditación se asocia con el aire libre. Para atraer la buena vibra utiliza decoración muy simple en el espacio.

Coloca plantas, flores, madera, arena o azulejos dentro de una paleta de color neutra. No te olvides de los tapetes y almohadas, eso hará que te sientas más cómodo.

#2 ¡Coloca imágenes que te inspiren!

Utiliza la visualización para que generes una energía positiva a tu espacio. Es muy importante que coloques en el espacio frases que te inspiren, imágenes y recortes para no perder de vista tus objetivos.

#3 ¡Intención al área!

Un ejemplo, así como un estudio de yoga invita a las personas a que se quiten los zapatos antes de entrar a un área y se relajen en cuanto crucen la puerta, tu espacio de meditación deberá tener alguna intención.

Si tu propósito es crear un espacio exclusivamente de relajación, evita entrar con celulares u otros objetos electrónicos que puedan distraerte, así lograrás que tu mente se despeje y el cuerpo se relaje.

No olvides decorar todo con elementos funcionales y lo más cómodo posible. Utiliza canastas de fibras naturales, estantes de madera, velas, incienso, una pequeña fuente o algo que haga que te relajes totalmente a la hora de ocupar ese pequeño espacio.

Cuando piensas en meditar, es probable que pienses en yoga o algo parecido. Te explicamos un poco más a fondo.

La meditación es una ruta para llegar a un estado de éxtasis emocional, pues te ayuda a recargar energías y a combatir la ansiedad, la tristeza, el insomnio y el dolor.

Por esas y muchas razones más, es importante que hagas un hábito meditar y qué mejor que tener un pequeño espacio dónde puedas hacerlo. Puedes usar cualquier estilo decorativo que te guste, y aquí te damos algunas ideas..

Recuerda que para llevar el “om” a tu casa es necesario que siempre te desconectes de la rutina. Sigue estos pasos para poder tener un espacio de meditación en casa.

#1 ¡Habilita algún rincón de tu hogar para meditar!

Los elementos naturales son muy importantes cuando quieres dar una sensación de frescura y un espacio de meditación lo necesita, ya que muchas veces la meditación se asocia con el aire libre. Para atraer la buena vibra utiliza decoración muy simple en el espacio.

Coloca plantas, flores, madera, arena o azulejos dentro de una paleta de color neutra. No te olvides de los tapetes y almohadas, eso hará que te sientas más cómodo.

#2 ¡Coloca imágenes que te inspiren!

Utiliza la visualización para que generes una energía positiva a tu espacio. Es muy importante que coloques en el espacio frases que te inspiren, imágenes y recortes para no perder de vista tus objetivos.

#3 ¡Intención al área!

Un ejemplo, así como un estudio de yoga invita a las personas a que se quiten los zapatos antes de entrar a un área y se relajen en cuanto crucen la puerta, tu espacio de meditación deberá tener alguna intención.

Si tu propósito es crear un espacio exclusivamente de relajación, evita entrar con celulares u otros objetos electrónicos que puedan distraerte, así lograrás que tu mente se despeje y el cuerpo se relaje.

No olvides decorar todo con elementos funcionales y lo más cómodo posible. Utiliza canastas de fibras naturales, estantes de madera, velas, incienso, una pequeña fuente o algo que haga que te relajes totalmente a la hora de ocupar ese pequeño espacio.